Lo suplico con las entrañas sangrantes en mis últimos suspiros.
Que me vista de fiesta el alma.
Me cante y acompañe el gorrión de rama en rama.
De flor en flor...
o en mi ventanuco, el búho.
Que se rían de mí los niños por las calles...
y me llamen loco.
Y si mi razón se rebela, la encierro de nuevo
para que no salga con siete llaves
Donde no la encuentre nadie, ni Dante,
buscando en sus siete cielos, infiernos y purgatorios.
Seré como hasta ahora: una sombra.
Pero más siniestra para quienes no comprendan...que son casi todos.
No te quepa duda.
Aunque divaguen. Imaginen, inventen...
No tendrán ni idea. Solo yo lo sé.
Lo siento y conozco-reconozco.
Me vestiré de fiesta con cálidos colores.
Descalzo en la tierra.
No deshojaré sueños aferrados....no soñaré.
Eso me enferma y hace temblar
Nada.
Mejor la nada absoluta
Si...mucho mejor así.
Feliz en la ignorancia y abandono.
Tirado en un rincón.
En algún lecho carcelario.
Posición fetal.
Observando cómo pasa la vida.
Las horas muertas.
Paseando en el río...en el monte.
En el campo.
Solo. Por las aceras de cualquier pueblo o ciudad
donde me lleven en el absurdo devenir de éste momento.
¿ Que mas da el lugar?
Todo es encierro.
España sangra. Se vuelca.
Y siento en mis adentros
que toda la Tierra es mi tierra.
Andando caminos vagabundo.
Incierto.
Sin saber detalles.
Sin saber de nadie.
Y en mi soledad,
mi propia indiferencia.
Si...ser feliz no debe estar tan mal.
Aunque solo sea unas horas.
Unos días.
Engañado en mi mismo.
Esperando el absurdo...y desengañado de nuevo.
¿Es mi sino éste deambular por cárceles?.
Amargura que se mece en el alma como en casa.
Ni la soledad me quiere
pero no me siento solo.
No me cantará un gorrión.
Quizá con suerte,
los habitantes de la noche
en los campos y acequias.
No soy adicto a la melancolía
pero me tiene atrapado,
encarcelado a cadena perpetua
junto con mi alegría.
Ilusiones.
Mis sueños robados.
Salud. Familia.
Alimento. Agua.
Vida.
No temer más.
Nunca más.
Maldito miedo.
¡Maldito!.
No quiero. No puedo.
Ya estoy destrozado.
Conmigo mismo estoy bien
aunque acampe la amargura
en mis entrañas dolientes.
Pero nadie me hiere
sencillamente no esperando nada.
Deseo aun menos que ser feliz.
Sí.
Con mucho menos me conformo.
Solo necesito paz.
Un poco.
Y algo de pan si, mendigando
alguien me ofrece un mendrugo tierno y caliente
para enviarlo a mi amor.
El asco y la impotencia me revuelcan y empapan.
Vomito las palabras y la sangre con arcadas de dolor...
Quiero estar loco del todo.
No solo medio loco.
Ya he perdido la razón por razón.
Pierdo la partida, aunque tenga todas las fichas
dispuestas, vendiendo mi alma al diablo,
en todos los números de ésta ruleta azul y roja.
Solo deseo la ruleta rusa, con el cargador lleno y balas de plata
Que explotan por dentro dejando esquirlas clavadas
sin agujeros limpios.
No hay nada limpio
en éste peregrinar fratricida y agonizante.
Sin vivir...ni recibir.
¡Y es tan poco lo que necesito!.
El aire se me niega.
No respiro.
Me ahogo.
Y no resisto.
Me apunto a la locura indiferente.
A la rebeldía de la razón y al canto del ruiseñor.
Ser feliz unos segundos
antes de morir.
No necesito de Creonte ni Hades.
Nadie me rescatará.
Sólo Dios me abre sus brazos
sollozando conmigo.
Me dejaría hundir en la ciénaga profunda
sin usar su barca hasta el inframundo.
Tornaría mis días y noches de pesadillas en la nada.
En el vacío silencioso y oscuro.
Cuanto antes.
Ahora mismo.
Ya.
Sin más delirios...
Acallando a la razón, como muñeca de trapo que se cose y recose
hasta romper y gastar su tejido urdido en ruecas de amor.
Sí:
¡Me anoto, me apunto!
Pero a la locura completa de las noches de luna.
O sin ella.
No me asusta la negrura. Veo así también.
¿Qué más da?
Vivir con razón sí es una locura.
Constante infelicidad.
Harto estoy de mi cordura.
Ambición. Fama.
Ideales...
Sentirme solo.
Ajado. Abandonado. Despreciado.
¿Para qué luchar, para que vivir ?...
El nihilismo absurdo no es tan absurdo.
Beberé el agua del pozo de Zaratustra.
Solo ser feliz un momento.
¡Tan solo un pequeño momento!
Y después morir.
Con la sonrisa perdida
bien dibujada en el rostro
para mi amada
y nuestro hijo muerto
que me llama entre llantos
de hambre y soledad.
Allí le cantaré nuevas nanas.
Serán mis versos la única descendencia.
***
NIEVES Mª MERINO GUERRA
Junio 2012
Gran Canaria España
**************************
ENREDADA EN TU TERNURA,
MIGUEL HERNÁNDEZ
Enredada en la ternura de tus versos,
tu romántico ser de alma en amores
sueñan muchos como tú con esos besos
que se cuelan sin querer con ilusiones.
Ése gozo que alimenta el corazón
con cariño en la distancia compartido
y se asienta dulcemente con pasión,
es la esencia de la vida con sentido.
Esperanza que atenúa la tristeza
aún siendo si lo fuese, imaginaria
la sonrisa de su utópica belleza
Desterrando desamores y añoranza
que lacera con temores esa Aria
a la hermosa ilusión que les alcanza.
*****
NIEVES Mª MERINO GUERRA
GRAN CANARIA- ESPAÑA
05-07-2012
**************************
Soñar otros sonidos
(Miguel en Madrid, añorando Orihuela, escribiendo a su amada Josefina)
Intento versificar
los gritos que dejas en tu alma
cada noche
con la sabia lechuza que ulula a la luna.
Los cantores de tu tierra se acurrucan
en sus nidos cálidos de amor.
Tus trinos se escucharán mañana...
Al alba
el primer rayo de sol alentará sus gargantas
y entonarán melodías en tu nombre.
Yo solo las imagino aquí:
las tuyas , Miguel, y las mías.
Mágica luz...
Sueños.
Sonidos.
Aves que danzan en la naturaleza
con la esperanza.
Oxígeno de Orihuela.
Polución de Madrid.
Huyen de la ciudad donde habitas.
Aquí tampoco escucho al canario.
NI al ruiseñor.
Tampoco a la lechuza
en éstas largas noches de olvidos.
Recuerdos.
Temores.
Calma.
Frío.
Ausencias.
¿Silencio...?
Ojalá.
Sólo ruidos...ruidos...ruidos...
Con suerte el ladrar de algún perro
en balcones olvidado
que acallarán pronto.
¡¡¡Prisas, prisas...!!!
Soledad.
Añoranzas.
Es tu mente quien se apaga
cerrando los oídos
para escucharte a ti mismo
en los cerros y en tu río
...y soñar otros sonidos.
**************
NIEVES Mª MERINO GUERRA
GRAN CANARIA- ESPAÑA
09-07-2012
*******************
Descifrando tus sentir,
Miguel Hernández
La emoción da la mano a la ilusión
en lo que no se ve y se imagina.
Sensaciones inefables de armonía,
equilibrio que traspasa lo evidente.
Perderte en ese eterno instante inerte
absorbiendo la luz que escondes
en tu mirada y retiene lo infinito.
No se agota el sueño permanente de utopías
donde el mar es "la mar "...fuente fecunda
de horizontes y caminos que te invitan
a adentrarte en otros mundos fascinantes
encontrando paraísos que circundan
con plácida oración el Universo
pisando ese campo tan angosto.
Tierra fértil como agua en el desierto.
Oasis de paz y de esperanzas
tu Orihuela amada
donde nada está muerto aunque parezca
que su aliento quizá no se perciba.
Tan viva como tú, aunque respires
sintiendo la existencia como yerta.
La caricia de la vida se te acerca
y lo que siempre ha sido, es y será.
Anudas la esperanza en los ocasos
y es sonrisa en cada amanecer.
Cumplen los ciclos de Perséfone y Gea
aromando la cintura de colores
sabores, melodías
que entrelazan entre sí cualquier con-tacto.
Siendo así, es verdad: vas descubriendo
ése génesis creado eternamente
culminando lo divino con lo humano.
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Nieves Mª Merino Guerra
Gran Canaria- España
07-07-2012
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IMAGINO…
TUS DULCES VERSOS DE AMOR
Miguel a Josefina
(Soneto polimétrico)
Dulces versos de amor. Plácida calma
donde escapan ilusiones que veneras
con ternura que desborda las riberas
más recónditas, sagradas, de tu alma
Tantas noches de sueños compartidos.
Distancia. Vivencias y amor tan deseado
a pesar de las derrotas que han marcado
confluyendo la esperanza en los latidos
Hombre bueno que romántico le atraes
con señuelos de pasión, gozo, alegría…
Idealizas con tus sueños. Le retraes
Asustada, con alas rotas abrazada
encerrando aun más su melodía
en la dura realidad que es tu cruzada.
***
Nieves Mª Merino Guerra
Gran Canaria – ESPAÑA
04-06-2012
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LLUEVE EN TUS CAMPOS, MIGUEL
Llueve....
Y me ha parecido estar mojándome bajo el rumor de ése canto en ésta ciudad también, aunque sea verano.
La descripción es tan fuerte, intimista y perfecta, que puede trasladarse a cualquier lugar. Todas son similares y las sensaciones, las mismas cuando....llueve.
El viento, arrasa también cuando se une a la lluvia que rompe los cristales. O los estores de las ventanas que, descuidadas, quedaron abiertas.
Empapan el suelo de las terrazas y balcones llenas del hollín que se respira.
Y se agradece....
(¡¡ Menos polución en el aire, gracias al cielo!!)...
Llueve...
Si...
Y donde antes corrían barrancos y acequias, ahora se inundan calles y plazas de garajes, pisos bajos...
La luna, tímidamente creciente, quiere asomar sus cuernos iluminando las nubes.
Llueve...
No solo en todas las ciudades fantasmas, aparecidas de la nada en donde antes había campos....o el mar.
Que también se enfurece y se rebela rompiendo los diques que le han impuesto como si fuesen de papel.
Siguen viéndose refugiados en los portales. Bajo alguna esquina....si...esperando a que escampe o amaine el viento en la soledad de las ciudades vacías. Como la tuya y la mía.
Con el rumor de los autos que salpican mas las aguas empantanadas donde antes corrían libremente hacia el mar...
Pero no hay nieve en la cumbre. Es verano.
Y un calor pegajoso hace sudar. Invita a la ducha constantemente...a pesar de que
llueve.
El aire huele diferente. No como en los campos, donde los perfumes de los árboles, hierbas y flores, parecen embriagar el ambiente. No con ése olor a tierra mojada y fresca, que oxigena y se aspira con ansia...
No...
Se respira otro aire. Pero electrizante. Con menos humo. Menos denso. Pero sin perfumes a flores.
SÍ a restos de basura que caen de los contenedores y salen de las cloacas a veces atascadas, que rompen las tapas de los sumideros en las aceras, inundándose de inmundicias, ratas, cucarachas...
No se oyen grillos. Ni ranas.
No...
Llueve, y el alma se entumece también. Con ésa melancolía que se hace gris no solo en el firmamento.
Se medita diferente.
Llueve...
Es agua.
Vida.
Principio...
Esperanza.
Limpieza.
Y postes eléctricos que se rompen.
Palmeras que se agitan silbando y bailando junto al viento cimbreándose hasta parecer besar el suelo asfáltico entre las farolas de la Avenida...con sus hojas como melenas sueltas que barren. Árboles que parecen recuperar un color olvidado casi verde, arrastrando la mugre de sus hojas
Llueve en la ciudad. Da igual cual sea. Llueve diferente.
Experimentando en mi lo que has descrito y vivido con una intensidad inenarrable.
Desde el balcón donde estoy en mi casa y en la ciudad, construido en terreno ganado al mar que cuando se embravece se burla de los pilones de piedras, muelles deportivos, Avenidas flamantes...Inundando y golpeando con sus olas cualquier muro de contención, para reventar en las autopistas. Sirenas de bomberos, policías, luces de desvíos y avisos. Camisetas fluorescentes de los encargados de mantenimiento en carreteras....discos. Conos...colas de autos en hora punta.
Caras de cansancio. Hastío. Miradas perdidas. Cejas fruncidas.
Rostros serios meditabundos. Tristes.
Con éste silencio--casi---que parece envolverlo todo. No solo lo que nos circunda.
Se oye el arrancar de un coche. Murmullos que como ecos arrastran algunos.
Silencio.
Silencio y soledad.
Mucha soledad entre tanta gente.
Demasiada soledad.
Como si no hubiese vecinos. Como si cada edificio y hogar estuviese a kilómetros de distancia. Ni un murmullo. Ni una voz...ni un saludo amable.
Con suerte, miradas que se esquivan. O se pegan al suelo.
Ausentes. En sus propios mundos vidas, problemas, preocupaciones...en un crisol de razas y colores como en ningún otro lugar...
Canarias entre Continentes. Islas puente.
Donde algunos vienen y van de paso y otros quedan para siempre.
Solo ruidos en la calle que se cuelan a través de mis ventanas entreabiertas con los estores algo rotos por el fuerte viento que déspotamente y sin aviso, se filtra con fuerza y arrasa.
Cierro rápidamente...aunque en algunos lugares---la terraza es muy amplia---llego algo tarde.
Y justo cuando acabo de cerrarlas, amaina el viento y el calor húmedo hasta el extremo, vuelve a hacerse presente, agobiante.
Asfixiante.
Sin levantarme de la silla de escritorio ---tiene esas ruedecillas geniales---me hago hacia atrás y vuelvo a abrir un par de ventanas.... ¡que entre aire!, aunque se cuele el ruido molesto.
Extraño voces amigas. Extraño a mi gente.
Mi pequeño duerme...
Solo escucho, de nuevo, como cada noche---y muchos días--- mi voz.
Mi mente.
Mi pensamiento. Mi alma.
Sentimientos...caleidoscopio incesante de angustias, preocupaciones y cansancio.
Aquí, ya no llueve.
Pero sigue siendo la ciudad anómala sin más años que la de su conquista y reconquista humana y al mar.
A la mar...donde antes era un arenal entre dos playas.
...No sé por qué, imagino ahora mismo una sonrisa en tu rostro al leer esto. Es como si te viese. Sintiese.
Adivinase...
Ahora zarandea un viento cálido.
Un trueno lejano.
Relampagueo que debo mirar si proviene de las nubes o de los faros de los coches que desean llegar pronto a sus casas... gente, seguramente, impaciente.
Hartazgo.
Son - somos- privilegiados.
Seguro que el vagabundo vocacional, ya está tapado por plásticos y cartones, cubierto en algún portal, arrebujado entre sus escasas y mugrientas pertenencias...
Es el único libre. El menos solitario. El más feliz.
Con alguno he hecho amistad. Nos vemos siempre. Cada día. Cada mañana y tarde en los mismos lugares. Al principio, comenzamos con miradas. Luego tímidos y cordiales saludos.
Ahora, sin prisas, charlamos de vez en cuando. Son auténticos sabios, aunque la mayoría de la gente les teme o les aparta como a locos. Sobre todo cuando beben para espantar al frío y el hambre de los huesos y hablan a gritos, solos....por las aceras donde se les intenta esquivar inútilmente. No hacen daño a nadie. Dicen verdades como puños. no molestan...
Y nos paramos cuando nos vemos y reconocemos... nosotros no nos esquivamos.
Nos sonreímos. Hablamos. y nos bendecimos al marchar o en el primer saludo.
...y hasta compartimos algo más, si se puede. Cuando se puede.
Ellos no tienen prisa.
Nosotros, siempre.
Llueve.
Escampa.
Llueve.
La luna asoma a mi espalda con más firmeza y derroche a pesar de estar tan menguada aun.
De nuevo, ruidos de coches. De personas que deambulan o van con las prisas acostumbradas.
O los que aun van de basurero en basurero con palos y bolsas rebuscando cosas nuevas y útiles que la mayoría tira en las acostumbradas limpiezas antes del fin de sus vacaciones: ropas, zapatos, juguetes, bolsos. Enseres y electrodomésticos...limpiezas de armarios.
Donde algunos, aun considerados, dejan bien colocados y limpios sus "trastos" al lado de los contenedores....pero otros los mezclan con los detritos y basuras orgánicas, haciendo caso omiso de los contenedores de reciclaje y mucho menos, de esos nuevos "profesionales chatarreros " que hasta hace poco tenían trabajos más dignos ...pero ahora buscan el pan de sus hijos entre los deshechos.
Disfruta de ésa lluvia, aunque sea en la ciudad.
Seguro que es más verde que la mía.
Seguro.
Y más limpia también. Con aire más puro y menos denso.
También llueve en mí por dentro y se anegan las entrañas...
****
NIEVES Mª MERINO GUERRA
GRAN CANARIA- ESPAÑA
23-08-2012
*******************
A MIGUEL HERNÁNDEZ, POETA ESPAÑOL
Con " Nanas de la cebolla
ilustraba su lamento,
y aquél febril sufrimiento
de miseria y amargura...
Ni alimentar su criatura,
no tener la libertad
de expresar su pensamiento.
ni de poder trabajar.
Fue quebrantado su cuerpo,
pero jamás su creación
ni su noble sentimiento
por mejorar su Nación.
Así escribió su tormento
como legado tangible.
No habrá ni un sólo momento
en que las letras le olviden.
Ni las letras ni la Historia
por su lucha en la justicia
de los obreros esclavos
por caciques y fascistas.
Su canto a la libertad,
al amor y a su retoño
sigue sonando en el aire
como el viento en el otoño.
Miguel Hernández, poeta
de campiñas y olivares,
de amores y primaveras,
de esperanzas familiares.
Garrote vil :Vilmil veces
fue tu enfermedad sangrienta.
Sesgó tu joven conciencia.
Tu vida, ilusión, sapiencia
Tu familia, tu destino.
No hubo peor desatino
para España, que tu muerte
junto a Lorca -fusilado-
sólo por ser diferente.
Quedan mártires autores
de poetas desterrados
y otros tantos, mutilados
en su más íntima esencia.
La " Nana de la cebolla"
que canto siempre a mis hijos
para honrarte en tu memoria
junto al "Verde “en Federico.
*****
Nieves Mª Merino Guerra
GRAN CANARIA- ESPAÑA
10 DE MAYO DE 2010
**********************************
NO ES MI POEMA UNA “NANA “
No es mi poema una nana.
Si acaso, canto de cebollas
poeta, que fuiste aurora
comprometido y valiente
defendiendo y escribiendo
a la injusticia.
Decadente
ciega y muda en fanatismos
destruyendo y encerrando
con opresión desmedida
a víctimas inocentes
en la España enloquecida.
Doliente…
Se oyen disparos…No corres.
Son hermanos contra hermanos.
Vecinos contra vecinos.
Bestial. Cruel el despotismo
conjugando lo inhumano.
No…
Yo no te canto otra nana.
Ni cebollas…ni a tus campos…
Pero sí honrar tu memoria
y acunarte en mi regazo.
***********
Nieves Mª Merino Guerra
Gáldar- Las Palmas
España
17-02 2012
*****************************
¡Grita, poeta!
Grita, poeta.
No calles ni callas nunca.
Eres el clamor del pueblo.
Su lamento. Su ternura.
Su dolor.
Asediado de injusticias,
hambre, dolor, miseria
por guerras que le destrozan.
Como a ti.
Grita, poeta.
Por la vida.
Por la cuna.
Por la dicha
Por la tumba.
Y mientras miras la luna
se estremecen tus entrañas.
En la tétrica mañana
tu débil cuerpo se nubla.
Susurros de libertad
apenas vuelcan tus labios:
fiebre que abrasa y consume.
Piensas en Josefina
y en tu bebé deseado.
En todos tus compañeros
En tu pueblo…en el fracaso.
¿ Fue acaso así, mi poeta..?...
No.
Tus escritos han quedado
como arengas por la paz.
Canto triste a Libertad
de un pueblo ya enajenado.
Gritos, dolor.
Lamentos.
Sangre en tus ojos...
El pecho, espasmódico, se queja
despidiendo tu existencia
casi niño. Nunca muerto.
Entre rejas
frío helado…
Allí sembraste tus letras
que florecen en nosotros
admirando tus proezas.
Allí tu alma se muestra.
Historia hiciste.
Creaste esencia
de eternidad…
Miguel Hernández, poeta.
***
Nieves Mª Merino Guerra
Gáldar- Las palmas
España
17-02-2012
**********************
Rebeldía de Miguel
Tú, Miguel, tan impulsivo.
rebeldía de juventud
en momentos revulsivos
ciego a temores arriesgas
sin calmar ésa inquietud.
Tu propia vida la sesgas
de “turista carcelario”.
Enfermo ya. Muy enfermo
trocas amor por sudario.
Quiebra tu voz y vomitas
toda la sangre. Valiente
fiebre y sudor…. Ves la muerte
de frente. Temerario
sigues tu andar con la gente.
Miguel, joven niño enarbolando
banderas de libertad en tu frente.
***
Nieves Mª Merino Guerra
Gáldar- Las Palmas.
España
18-08-2012
***
Sueñas tu libertad
Sueñas tu libertad enjaulado
como un ruiseñor que pena.
Clavas tus versos a diario
a pesar de tu condena.
Neruda, Alberti…te cantan
como otros grandes poetas.
García Lorca se adelanta
acribillado una noche
cuando tú, “ Perito en lunas “
versabas con más derroche.
Lástima de luna llena
que contigo se ensalzaba
llevando en ti su reflejo
con tu profunda mirada.
Ojos negros. Negros ojos…
Como la noche cerrada
que iluminabas de estrellas
pensando siempre en tu amada.
Ya no eres su “perito”.
Ahora eres su “arquitecto”
en claras noches bañadas
por la luna y sus misterios.
***
Nieves Mª Merino Guerra
Gáldar- Las palmas
España
********************
Romance a Miguel Hernández.
¿Dónde estás, “Perito en lunas “?
Hoy la noche es tan oscura como ese pozo sin fondo.
¿Dónde estás, “Perito en lunas “en éste penar tan hondo?
Búscame a la luna llena. La de la cara plateada.
La de cantos de sirenas en esta noche callada.
Fuiste mártir desvalido en la guerra fratricida.
Cantas nanas de cebollas que no salvan a tu niño.
La angustia de Josefina suplicando en el camino
Que te llevaba a la muerte. Triste suerte tu destino.
Sola quedó. Viuda y seca porque tu niño del alma
te acompañó a las estrellas.
Nada tuyo en descendencia bajo su pobre corpiño.
Tus poemas son tu herencia. Su viudez, cruel desatino.
Colmaste toda paciencia deambulando sin descanso
con tu ardor y tu impaciencia. Bravo toro. Nada manso
que con astada decencia embestiste aquél remanso.
Miguel, joven poeta: aun sigo escuchando tu llanto.
Enjuga tus ojos tristes: Son tus versos nuestro canto.